Las razones por las que el lago de Garda se encuentra entre los más queridos de Italia son muchas y, entre ellas, destacan sin duda los paisajes naturales, el encanto de los pueblos que se encuentran a lo largo de sus orillas, pero también el microclima que garantiza a estos lugares temperaturas constantemente dulces y suaves.
Se trata, de hecho, de un oasis climático, donde la vegetación recuerda a la del sur de Italia, con los vigorosos olivos, los frondosos limoneros y las fragantes flores que aquí crecen en abundancia.
La naturaleza es sin duda una de las cosas que ver en el Lago de Garda, es una entidad que recibe al visitante con perfumes embriagadores, con colores vivos y con un paisaje natural único, porque armonioso en la tierra y en su fluir en el agua.
Por esta razón, su guía les acompañará a descubrir paisajes de postal donde flores, plantas subtropicales, viñedos y limones crecen exuberantes y son alimento para la vista, la mente y el corazón.